Conociendo al enemigo
Existe una gran variedad de parásitos externos que pueden afectar a nuestros canarios, pero sin duda, uno de los más comunes son los ácaros. Estos arácnidos omnipresentes pueden ser desde un hallazgo casual, hasta el responsable de enfermedades más o menos graves.
Los paseriformes (aves cantoras como canarios, diamantes...), y también los periquitos (psitaciformes), sufren a menudo la indeseable presencia de ácaros, y aunque cierto tipo de lesiones nos alertan de su existencia, en otros casos pueden pasar desapercibidos durante largos periodos de tiempo, debido al particular ciclo de algunas especies.
Para facilitar la tarea de reconocer los ácaros en canarios, los dividiremos en tres grupos:
Cnemidocoptes spp, el ácaro responsable de la sarna cnemidocóptica.
Dermanyssus spp, ácaro rojo.
Sternostoma tracheacolum, ácaro de la tráquea.
Cnemidocoptes spp, responsable de la sarna cnemidocóptica
Se trata de un tipo de ácaros en canarios que pasa todo su ciclo vital en al ave (larva, ninfa, adulto), invadiendo los folículos epidérmicos, lugar donde se alimenta de la queratina epitelial y sitio escogido para anidar. Las hembras no ponen huevos, se trata de una especie vivípara que pare sus larvas en las galerías que forman tras penetrar la barrera cutánea, y completa el ciclo en unos 21-27 días.
El canario se infecta mediante contacto directo por pisar escamas infectadas que otro canario ha dejado en las perchas o barras de las jaulas. La única buena noticia es que el ácaro no dura demasiado tiempo vivo fuera del hospedador.
Una vez instaurado el ácaro en el canario, su actividad y la liberación de metabolitos al folículo causa una irritación crónica y una producción de exudado sólido que dará lugar a hiperqueratosis, es decir, proliferación cutánea anormal, en patas, pico, cera y, a veces, en cara y/o párpados.
Eso se traduce en un aspecto costroso de las zonas afectadas. Es un proceso lento y los propietarios suelen referir la aparición de "escamas en patas", si estamos al comienzo del proceso, y en algunos casos más graves indican que a su canario le han salido "más dedos". No es extraño encontrar proliferaciones cutáneas en forma de masas alargadas y blanquecinas alrededor de los dedos del animal, que pueden llevar a confusión si uno no está familiarizado con el tema.
Como dato a tener en cuenta, estas lesiones no suelen acompañarse de picor en el inicio, hecho que puede retrasar la visita al veterinario.
Podemos encontrar canarios que conviven con este problema durante meses, observándose solo en los estadios finales prurito, cojeras, o picaje en las extremidades (autolesión por las molestias).
La observación de estas características formaciones en patas y/o pico, junto con la historia clínica y una buena respuesta al tratamiento, suele llevar al diagnóstico. El raspado de las zonas afectadas para su posterior observación al microscopio no siempre evidencia la presencia de ácaros en canarios muy profunda, al igual que puede ocurrir en ácaros más conocidos, como Sarcoptes en cánidos.
Por ello, siempre es necesario realizar una exploración completa del paciente, ya que en muchas ocasiones la aparición de enfermedades parasitarias está relacionada con una inmunosupresión (bajada de defensas). Además, es fundamental determinar el peso preciso para instaurar un tratamiento correcto.
¿En qué consiste el tratamiento?
El tratamiento contra este ácaro en canarios se realiza a base de avermectinas sistémicas (ivermectina, moxidectina...), en dosis que varían según peso, edad, y condiciones particulares de cada individuo, siendo necesario repetir al cabo de unos 14-20 días (tiempo estimado del ciclo del ácaro). No debe descartarse una tercera dosis.
Los sprays y pulverizadores no tienen mucha efectividad al tratarse de un ácaro arador, su localización es demasiado profunda para que surtan efecto. En ocasiones, si el ave se encuentra demasiado débil, puede aplicarse la terapia directamente sobre las zonas afectadas, previa eliminación de las costras.
Como medida complementaria, una adecuada higiene y desinfección de las jaulas, perchas y barras, una alimentación de calidad y la aplicación en las patas de aceite de árbol de té o incluso de oliva, pueden resultar de gran ayuda. El aceite no resulta tóxico, suaviza las lesiones dérmicas, y puede penetrar cuando estas vayan remitiendo al interior del folículo, "ahogando" a la siguiente generación. Es, no obstante, una ayuda, nunca una terapia única.
Dermanyssus spp o ácaro rojo
A este tipo de ácaros en canarios se le conoce como ácaro rojo, por su color. No es muy frecuente verlos en los canarios que mantenemos como ave de compañía en interior, pero sí en colectividades de aves, tales como criaderos, voladeros, etc.
Es particularmente habitual en gallineros, pero parasita a cualquier ave. Afecta sobre todo a jóvenes y tiene costumbres nocturnas, de modo que durante el día podemos revisar al animal a conciencia y no encontrarlo. Durante la noche, abandona su refugio (grietas, esquinas...) para alimentarse.
Como síntomas de este ácaro en canarios, podemos notar nerviosos a nuestras aves que mantenemos en exterior o voladeros, con plumaje poco lustroso e, incluso, débiles si el grado de parasitación es extremo y roban demasiada sangre. En ocasiones, podemos detectar al ácaro visible sobre superficies claras.
En este caso, los sprays podrían ser útiles, aplicados cada cierto tiempo en el animal (dependiendo de la actividad residual que tengan), y en el ambiente (muy importante, es el lugar donde vive el ácaro), aunque también puede servir la terapia con avermectinas sistémicas.
El ciclo vital de este tipo de ácaros en canarios es rápido, puesto que puede completarse en 7 días en condiciones adecuadas. Hay que tener este dato en cuenta para aplicar los productos adecuados cada semana sobre los animales afectados y el ambiente, y no dar tiempo al inicio de un nuevo ciclo.
El fipronil en spray o piperonil para las aves suele resultar eficaz y seguro, pero debemos recordar que los pájaros son mucho más sensibles que cualquier otro animal doméstico a los aerosoles, sprays, humos, etc., por lo que un correcto asesoramiento sobre la concentración, frecuencia de aplicación, y desinfección del ambiente, es fundamental para garantizar que el proceso se realice de una forma segura.
Sternostoma tracheacolum o ácaro de la tráquea
Siguiendo el orden de más a menos frecuente, tenemos en último lugar de esta breve guía sobre ácaros en canarios al Sternostoma, conocido como el ácaro de la tráquea. En realidad, afecta a los sacos aéreos ; pulmones (lugar donde se reproduce); tráquea y siringe. Posee un rápido ciclo vital al igual que el Dermanyssus, se estima que se completa en unos 7-9 días.
Es una enfermedad parasitaria que tal vez esté diagnosticada en exceso por algunos criadores y aficionados, ya que sus síntomas son muy similares a los de otras patologías, tales como la micoplasmosis, clamidiasis (enfermedades respiratorias que también suelen afectar a varios ejemplares de una colectividad).
La afonía (pérdida de canto) o cambios en la fonación (canto ronco), la presencia de estornudos, tos seca y la aparición de ruidos respiratorios como silbidos, son los síntomas más frecuentes de este ácaro en canariosy, por ende, los signos que los propietarios pueden apreciar. A diferencia de las otras enfermedades que cursan con estos mismos signos, el animal suele presentar buena condición corporal, mantener el apetito y patrón de aseo en un inicio, pero puede evolucionar hacia algo más serio. Algunos ejemplares se rascan la zona del pico y narinas, o se frotan contra las perchas debido al prurito que provocan estos pequeños invasores.
¿Cómo se diagnostica y cuál es su tratamiento?
Para diagnosticar la presencia de estos ácaros en canarios podemos optar por la observación directa si gozamos de buena vista e iluminación, pero a veces hay que recurrir a toma de muestras con hisopos y observación al microscopio.
Una vez diagnosticados, su eliminación es relativamente sencilla con avermectinas sistémicas cada 14 días, un mínimo de dos veces. La instilación local es otra opción, pero la zona es complicada para poder acceder con una gota del producto a aplicar.
La proliferación excesiva de este parásito puede provocar la muerte por obstrucción de las vías respiratorias, aunque este tipo de casos extremos suele darse solo en animales sin supervisión, como aves silvestres o animales muy comprometidos.
No obstante, nunca se puede descartar del todo su presencia a pesar de lo comentado, ya que aunque estemos seguros de que el ave procede de un criador experto y metódico, muchos de nuestros amigos alados reciben la visita diaria de aves libres en las horas que pasan en la terraza, y no siempre es sencillo detectar este parásito en los primeros meses de vida, cuando solemos llevar a casa nuevas aves
Por suerte, es necesario el contacto directo entre aves para su transmisión (estornudos, toses, y sobre todo, el uso de bebederos comunales), por lo que un breve contacto con otros pájaros en sus momentos de recreo no suelen conllevar riesgo elevado en este caso.
Una adecuada desinfección de todos los elementos de las jaulas, se hace de nuevo imprescindible para atajar el problema cuando se presenta, así como el tratamiento de todos los canarios afectados, y estrecha vigilancia de aquellos que aún no manifiesten síntomas pero hayan compartido hábitat con los enfermos.
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